Él cree que muchas mujeres se deprimen ya sea porque tienen un desequilibrio apreciable de estrógeno y progesterona o porque sus cerebros están demasiado sensible atento a las fluctuaciones normales. "Las hormonas son sustancias psicoactivas," Herzog dice", y no hay duda de que pueden tener efectos enormes sobre nuestros sentimientos.
La progesterona, dice Herzog, es siete veces más fuerte que el barbitúrico promedio, y que ejerce un fuerte calmante, hasta que se duermen.
Para las mujeres con depresiones agitadas, Herzog le podría prescribir la progesterona para calmar un poco de estrógeno, para ser mas precisos esto biene siendo como una crema que la mujer se frota en la piel.
Para depresiones letárgicos, Herzog hace hincapié en que el estrógeno es la cura, ya que él había notado un éxito en el tratamiento de las mujeres que se consideraban "intratables". "Estas hormonas me dio mi vida", dice uno de sus pacientes.
Otro tratamiento
El tratamiento hormonal para la depresión requiere que usted vea a un neuroendocrinólogo, bien informado y que se someta a un perfil hormonal, que tiene sus niveles de progesterona y medirse el estrógeno al principio y al final del mes. El procedimiento es nuevo, pero hasta ahora altamente prometedoras.
La hipótesis de algunos médicos indica, que la estimulación del nervio vagal (VNS) instiga a los cambios en la noradrenalina y la serotonina, dos neurotransmisores estrechamente relacionados con el estado de ánimo.
John Rush, MD, de la Universidad de Texas Southwestern Medical Center en Dallas, y sus colegas hicieron un estudio de 30 personas con depresión resistente al tratamiento. Se implantan los marcapasos en las personas y durante un período de dos semanas, aumentando gradualmente la cantidad de corriente de estimulación a los niveles de los pacientes que podían tolerar cómodamente.
Cuarenta por ciento de estos pacientes mostraron una disminución sustancial, en la depresión según lo medido por una prueba oral, preguntándoles acerca de sus pensamientos y sentimientos, un 17 por ciento tuvieron una remisión completa.
Después de un año de la estimulación del nervio vago, más del 90 por ciento de los pacientes que se beneficiaron del tratamiento inicial, han mostrado una disminución de la depresión.
Saque usted mismo sus propias conclusiones
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