Difíciles o traumáticos cambios de vida (tales como la pérdida de un ser querido)
Condiciones médicas tales como enfermedad de Parkinson, enfermedad de tiroides, apoplejía dolor crónico, y algunos tipos de cáncer
El uso de ciertos medicamentos, incluyendo esteroides, esteroides anabólicos, y ciertas drogas ilegales como la cocaína o la marihuana
El alcohol, que tiene efectos depresivos de corto plazo y posiblemente a largo plazo