El tratamiento para el trastorno bipolar comienza con un tratamiento inicial de los medicamentos que se utilizan para obtener el estado de ánimo del paciente bajo control. En los fármacos utilizados comúnmente incluyen antidepresivos, antipsicóticos o una combinación de ambos. Después de los síntomas iniciales del paciente que estén bajo control, el médico por lo general trata de encontrar una opción de tratamiento que funciona en el largo plazo.
Muchos médicos encuentran que el uso de la psicoterapia junto con la medicina puede ayudar. Una psicoterapia comúnmente utilizada es la terapia cognitivo-conductual, que pretende reemplazar las creencias y comportamientos negativos por otros más positivos. Otra terapia comúnmente utilizada es la terapia interpersonal y de ritmo social, cuyo objetivo es equilibrar y mejorar el estado de ánimo de un paciente mediante la estabilización de su ritmo diario con las rutinas. Estas rutinas podrían incluir actividades tales como el sueño y la comida a tiempo.
En algunos casos, un tratamiento llamado estimulación magnética transcraneal puede ser utilizado. Esta terapia utiliza pulsos magnéticos breves para estimular las partes del cerebro responsable de la regulación del humor y de la depresión. Este tipo de terapia se utiliza generalmente cuando un paciente no está respondiendo bien a los antidepresivos prescritos.