El "ataque de nervios" no es un término médico, pero sí apunta a un problema que necesita atención. En muchos casos, el problema puede estar relacionado con la salud mental, como ansiedad o depresión. Una persona que está a punto de tener un ataque de nervios ya no está funcionando como de costumbre.
En cuanto a la ansiedad, se explica que la ansiedad no parece venir de un lugar específico. Más bien, toma la forma de un sentimiento de aprensión. Puede suceder por muchas situaciones de la vida de una persona, tales como el empleo y las relaciones. Los factores estresantes pueden haber sido profundamente enterrados, y que necesitan ser tratados para evitar una crisis nerviosa. Las personas que piensan que pueden estar experimentando un ataque de nervios deben hablar con sus médicos de atención primaria.