Para las personas con una enfermedad mental confirmada, los médicos basan el tratamiento de los síntomas que se presentan en lugar de tratar la propia crisis nerviosa. Medicamentos contra la ansiedad, acupuntura, quiropráctica y métodos de relajación homeopáticos son todas las formas de tratamiento para ambas enfermedades mentales y una crisis nerviosa.
Un ataque de nervios no es un término técnico o sanitario que los médicos utilizan como un diagnóstico. Los términos se describen a los pacientes que experimentan graves episodios de enfermedad mental que afectan a su capacidad para funcionar. Algunos pacientes se aíslan de las situaciones sociales durante un ataque de nervios, mientras que otras experimentan dolencias físicas relacionadas con el estrés. Un síntoma clave de un ataque de nervios incluye una interrupción en las rutinas diarias que pueden evitar que la gente salga de la cama, interactuar con amigos o miembros de la familia o ir a trabajar o a la escuela. Una persona que experimenta una crisis nerviosa no necesariamente sufre de una enfermedad mental; sin embargo, las personas con ansiedad, trastorno bipolar, la depresión o la esquizofrenia pueden tener un mayor riesgo de experimentar un ataque de nervios.