2015-02-09

7 técnicas para el control de impulsos

A veces sentimos que nos irritamos o enfadamos con mucha facilidad, que no podemos hacer algo a pesar que sabemos que nos perjudicará o que no podemos contener nuestras emociones. Poner límites a nuestros impulsos no siempre es fácil. En este artículo te entregamos algunas técnicas para que sepas como controlarlos.

Piensa antes de actuar. Ante una situación que te altere, detente y piensa con la cabeza fría, de modo de evaluar qué es lo que te está molestando  y así encontrar cual es la mejor manera de reaccionar. Acá necesitarás tu esfuerzo para intercambiar la respuesta automática que en otra  circunstancia hubieras dado, por una más racional o analizada.


Buscar otras alternativas. Frente a una situación crítica, piensa: esta vez en lugar de reaccionar así, reaccionare asá. Si eres capaz de decir la reacción que tendrás ante un problema, te comienzas hacer dueña de tus respuestas y de tus emociones, pudiendo controlarlas y logrando enfrentar las dificultades con más serenidad.

Aprender de errores anteriores. Revisa la forma que has tenido hasta ahora de reaccionar frente a situaciones problemáticas. Evita los patrones de comportamiento que sabes que te han perjudicado más que ayudado a solucionar la situación. El autocontrol requiere de capacidad de analizar y comprender tus impulsos, para así lograr controlar la rabia, la hostilidad y la ansiedad. Si puedes reconocer patrones disfuncionales de conducta anteriores, podrás evitarlos en el futuro.

Cuenta hasta 10. Por muy cliché que esto parezca, en verdad funciona. Antes de actuar, detente, cálmate, respira profundo y analiza la situación. En este momento, evalúa qué es específicamente que es lo que te está molestando y siendo causa de tu enfado. Aprenderás a controlar tus impulsos más fácilmente si eres capaz de identificar qué es lo que te está alterando. Luego de esto, podrás entregar una respuesta mucho más calmada y meditada a la situación.

Identifica los impulsos positivos. Nuestros impulsos no siempre nos perjudican. Naturalmente que reaccionar en forma impulsiva ante situaciones conflictivas la mayoría de las veces nos trae más problemas que soluciones, sin embargo, los impulsos también pueden llevarnos a enfrentar conflictos que de otro modo no hubiéramos afrontado, entregándonos a la cuota de energía necesaria para hacerlos

Aprende  a tolerar la frustración. Muchas veces el no obtener los resultados que esperábamos nos frustra, al igual que lo que hace la ansiedad por no poder resolverlo inmediatamente algo que nos angustia. Estas situaciones pueden llevarnos a reaccionar de forma impulsiva, respuesta que muy probablemente será más perjudicial que favorable para nosotros. Un alto nivel de tolerancia a la frustración nos ayudara a tomarnos el tiempo necesario para meditar sobre la respuesta adecuada.

Realiza actividad física. Muchas veces las conductas impulsivas son el resultado de un exceso de energía acumulada, que involuntariamente dejamos salir en situaciones que se presenta para ello, como por ejemplo  ante momentos conflictivos. En practicar actividad física regularmente nos ayuda a liberarnos de esta energía, manteniéndonos más relajados y por ende, más calmos a la hora de enfrentar situaciones difíciles.




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