Esto se considera que es una forma muy eficaz de tratar la depresión debido a que el paciente también participa activamente en el proceso de curación y es un tratamiento más eficaz con mejores consecuencias de largo alcance.
La terapia cognitiva cree que la depresión puede ser el resultado del pensamiento distorsionado de la persona y la perspectiva con respecto a un tema en particular y poniendo de relieve los distorsionan, el psicólogo anima al paciente a mirar a esta distorsión en una nueva luz y reconocer dónde está mal.
A continuación, algunos tipos de técnicas de terapia cognitiva para tratar la depresión:
Terapia Racional Emotiva
Terapia Racional Emotiva o RET, este tipo de terapia cognitiva puede ser utilizado para tratar una serie de enfermedades mentales como la depresión. Fue desarrollado por Aaron T. Beck y se basa en la premisa de que la depresión proviene de pensamientos irracionales que conduce a expectativas irracionales, metas o emociones. La terapia tiene como objetivo guiar a la persona sobre cómo tener pensamientos realistas para que pueda eliminar los pensamientos distorsionados y mostrar emociones más equilibradas en lugar de fuertes impulsos repentinos.
Terapia de comportamiento cognitivo
La terapia de comportamiento cognitivo o TCC es otra forma muy popular de la terapia cognitiva que se utiliza para tratar la depresión, donde la premisa básica es que los pensamientos disfuncionales de una persona influyen en su comportamiento y si se le hace reconocer esos pensamientos, su comportamiento y enfoque de la vida se pueden cambiar. La TCC se utiliza a menudo con RET “Terapia Racional Emotiva” porque nuestros pensamientos y comportamientos están muy estrechamente vinculadas entre sí y sólo cuando podemos tener estos dos bajo control y aprender a reconocer los patrones irracionales podemos tratar la depresión con eficacia.
Terapia de exposición
Es una forma de terapia, donde el psicólogo hace que la persona que sufre de depresión enfrente a las razones que le está ocasionando estar molesto o triste. No puede haber muchos eventos traumáticos en la vida de uno que nos pueden paralizar y nos impide llevar una vida sana y fructífera. Con el fin de evitar entrar en una espiral descendente, debemos enfrentar nuestros miedos y ansiedades, de manera que al estar expuestos a ellos podemos avanzar y finalmente deshacernos de los sentimientos negativos que conducen a la depresión.