Una persona que se involucra en actos sexuales puede contraer el VIH a través del sexo anal, oral y vaginal. Un intercambio de fluidos corporales en forma de semen, sangre o secreciones vaginales es la forma en que el virus ingresa al cuerpo. Estos son los únicos fluidos que pueden transportar el virus. El VIH también encuentra entrada a través de llagas en la boca, lágrimas y puede infectarse en la vagina o el recto durante las relaciones sexuales. El virus también puede entrar en el torrente sanguíneo a través de la piel rota y el pene. Las personas que tienen relaciones sexuales sin protección tienen mayor riesgo de contraer el VIH, y las personas que practican el sexo anal también son propensas a la infección. El virus se encuentra en la saliva, el líquido de la médula espinal, las lágrimas y el tejido del sistema nervioso cuando entra en el cuerpo.
El virus también viaja a través de la sangre, pero la contracción del VIH a través de la transfusión de sangre es rara porque los hospitales examinan la sangre antes de administrarla a los pacientes. Sin embargo, la sangre infectada se puede encontrar en agujas sucias. Las madres pueden transmitir el VIH a sus hijos, pero el tratamiento durante el embarazo reduce las posibilidades de que el niño contraiga la enfermedad.