Los síntomas de la depresión pueden incluir dificultad para concentrarse, problemas para recordar detalles, problemas para tomar decisiones, fatiga, sentimientos de inutilidad o culpa, sentimientos de desesperanza o impotencia, comportamiento pesimista, insomnio o sueño excesivo, irritabilidad, pérdida de interés en actividades que alguna vez fueron agradables, Aumento o disminución del apetito, dolor persistente (como dolores de cabeza, cólicos o problemas digestivos) que no mejora con el tratamiento y los pensamientos de suicidio o intentos suicidas. La depresión clínica difiere de los sentimientos normales de tristeza o dolor, especialmente lo que se ve después de una pérdida o trauma, ya que la depresión clínica tiene efectos físicos en el cuerpo y no se disipa después de un tiempo. Los intentos suicidas también son una fuerte señal de que la persona padece depresión.
La depresión puede durar de meses a años, especialmente si no se trata adecuadamente. Prestar atención a los síntomas y buscar asesoramiento médico profesional y tratamiento es el primer paso para combatir la depresión. Desafortunadamente, alrededor de la mitad de los casos de depresión no son diagnosticados ni tratados. Más del 10 por ciento de las personas que sufren depresión se suicidan, por lo que es importante reconocer los síntomas. Hay síntomas particulares de depresión que aluden a la posibilidad de suicidio en un paciente, incluyendo un cambio repentino de actitud (de triste a calmado o aparentemente feliz), poner orden en los asuntos o hacer / alterar un testamento, o hablar de muerte o suicidio.